DATOS DEL PROYECTO
Programa: Rehabilitación, Restauración
Tipo: Edificio docente
Superficie:
Año obra: –
Año proyecto: 2021
Premios: 1er premio Premio Internacional de Proyectos sobre Patrimonio Cultural AR&PA 2022, Accésit Premio PFC ETSAS 2022
Estado: Académico
Localización: Calle Antonio El Bailarín, s/n (Sevilla)
Promotor: Universidad de Sevilla
Colaboradores/Tutorización: Antonio Tejedor Cabrera, Esther Mayoral Campa, Gabriel Bascones de la Cruz, Carlos Plaza, Mercedes Linares, Ángel Luis Candelas, Antonio Delgado
Construcción: –
Introducción:
El lugar propuesto para la creación de la Escuela de Restauración del Real Alcázar de Sevilla es la actual Escuela Maternal María Inmaculada, obra del arquitecto sevillano Juan Talavera y Heredia y construida entre los años 1932 y 1937. El edificio de la Escuela Maternal responde a una de las primeras estructuras de Hormigón Armado de la ciudad, constituida por pórticos de hormigón originariamente vistos y abiertos a la parte antigua de la huerta que se deslindó como jardín de la guardería estableciendo una relación visual con la misma. Dicha relación visual con el Alcázar es posteriormente alterada al convertirse en patio, constituyendo un ente aislado que se mira a sí mismo y se separa del recinto con una nueva tapia. Posteriormente el edificio ha ido sufriendo una serie de ampliaciones volumétricas, particiones, etc. que han desvirtuado el proyecto original de Talavera para esta escuela.
Desarrollo:
El proyecto de la Escuela de Restauración ha de concebir y atender al contexto que le rodea, prestando especial interés al Alcázar como recinto amurallado y a la relación de este con su entorno. Caminar por el Real Alcázar nos descubre todo un itinerario en el que el sonido del agua, los aromas, las diferentes texturas, la mirada… se van haciendo partícipes de este recorrido sensorial que abarca tanto lo construido como los propios jardines del lugar, sumergiéndonos en una experiencia que trasciende al visitante.
Sensorial Walkscape tiene como referente la galería del Grutesco del Alcázar, una loggia inferior que aprovecha la estructura de Talavera para deambular por ella, recuperando la mirada al jardín del marqués de la Vega-Inclán y que sea capaz de dialogar con el entorno amurallado y la propia galería del Grutesco, dotándola con el programa docente de la Escuela de Restauración, rememorando al edificio docente que hoy día prevalece, configurando todo un recorrido gracias a la colonización de la estructura original con volúmenes con un carácter ligero que conforman dicho programa, estableciendo una relación entre sí.
Al realizar estas operaciones de demolición de los añadidos y del vaciado del volumen en cuanto a particiones, somos conscientes de las intenciones de Talavera, entendiendo ahora sí la estructura de la escuela como un engrosamiento del muro que dialoga con la preexistencia mediante la cubierta que avanza hacia el jardín para mirar hacia él, y que tanto nos recuerdan a esas construcciones adosadas a la muralla que localizamos en el entorno más cercano. El carácter holístico de la percepción sensorial, es clave en la elaboración del proyecto, por ello, se reserva la componente más especial del programa para conformar un espacio excavado que comienza a establecer relaciones con el entorno a cota de subsuelo, en la que se desarrollarán los talleres de restauración y el espacio de exposiciones, entrando en juego los sentidos. Este espacio funcionará como catalizador de la esencia de los jardines del Alcázar estableciendo una relación directa con él, y con la preexistencia arquitectónica a nivel sensorial y físico.